Libertad de la ley mosaica Galatas 5:1

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Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Gálatas 5:1 es el resumen del argumento que Pablo viene desarrollando, desde el comienzo del capitulo cuatro. La conjunción “pues” es el lazo conectivo lógico que une las declaraciones del capitulo cuatro con lo que dice el apóstol en el capitulo 5. Este versículo es la continuación del versículo anterior (4:31), "no somos hijos de la esclava, sino de la libre", habla de la libertad, pues, que nos pertenece por ser hijos de la libre.
Los opositores de Pablo argumentaban que uno debe ser circuncidado para entrar al pacto de Abraham e Isaac y llegar a ser su descendiente espiritual. Pablo va mas allá de la tradición judía, que creía que con la llegada del Mesías la ley iba a ser fortalecida, él creía que la venida del Mesías, había inaugurado una nueva era en la cual las antiguas normas ya no se aplicaban estrictamente, bajo este nuevo pacto, aquellos cristianos gentiles eran hijos de Isaac, y sus opositores circuncidados son ismaelitas espirituales. Los opositores de Pablo sentían que los gentiles que no se habían circuncidado estaban excluidos del pacto, pero Pablo argumenta lo contrario, completando su analogía, cita Génesis 21:10, y establece que la línea de Agar, no podía heredar como la de Sara, y por eso ella exigió que Abraham expulsara a Agar e Ismael, Pablo apela a sus lectores y les dice que hagan lo mismo, que expulsaran a sus opositores ismaelitas espirituales. En fin, todo el que quería vivir bajo los preceptos de la ley, para Pablo era un Ismaelita espiritual.
La exhortación a estar firme es común en Pablo. 1 Cor. 16:13; Efes. 6:14; Fil. 1:27; 4:1; 1 Tes. 3:8; 2 Tes. 2:15. Jesús dijo, "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres...si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan. 8:32, 36) ¿Libres de qué? del yugo de la ley de Moisés; "libertados del pecado", Romanos. 6:18; del dominio del pecado, Romanos. 6:12; libres del control de las pasiones carnales (5:19-21); libres de la opresión de tradiciones humanas (Mat. 23:4, 5); "la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Romanos.8:2); "yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios" (Gálatas. 2:19).
Los creyentes de Galacia ya habían dejado el yugo de la ley de Moisés que esclavizaba (4:9; Hechos.15:10) y habían aceptado el yugo de Cristo que es "fácil" (benigno, bien acomodado) (Mat. 11:29, 30). Habiendo obtenido la libertad, "estad, pues, firmes" en ella. "Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres" (1 Cor. 7:23).
Cada hombre por naturaleza es un cautivo, esta bajo la esclavitud del pecado. Los judíos estaban bajo la esclavitud de la ley ceremonial, que incluía grandes tribulaciones y aflicciones para la carne. Cristo por su obediencia y muerte compró la libertad para nosotros, y liberó a su iglesia, libertad no para hacer el mal, no la libertad del yugo de una nueva obediencia, no la libertad de la cruz, no es la libertad de la obediencia y reverencia que el menor tiene que darle al mayor y superior, sino que es una libertad del dominio del pecado, de la tiranía de Satán, de la maldición de la ley y de tener que sujetar nuestras conciencias a ritos, ceremonias y doctrinas de hombres en lo referente a la adoración.


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