El fracaso de una nacion y un lider JUECES 13:1-5, 24, 25; 15:20

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JUECES 13:1-5, 24, 25; 15:20


Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y los entregó Jehová en mano de los filisteos durante cuarenta años. Había un hombre de Zora, de la familia de los danitas, que se llamaba Manoa. Su mujer era estéril y nunca había dado a luz. Y el ángel de Jehová se apareció a la mujer y le dijo: —He aquí que tú eres estéril y no has dado a luz, pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, guárdate, por favor, y no bebas vino ni licor. Tampoco comas nada inmundo, porque he aquí que concebirás y darás a luz un hijo sobre cuya cabeza no pasará navaja, porque el niño será nazareo de Dios desde el vientre de su madre. El comenzará a librar a Israel de mano de los filisteos. La mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. El niño creció, y Jehová lo bendijo. El Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en el campamento de Dan, entre Zora y Estaol. Sansón juzgó a Israel durante veinte años, en los días de los filisteos.

Cada vez que hacemos algo malo, acarreamos consecuencias, para nuestras vidas y muy posiblemente para la de los que nos rodean, igualmente si hacemos buenas decisiones traemos bendición y prosperidad a nuestras vidas y a la de los que nos rodean, tanto en la vida de los individuos como en el de las naciones, que es el caso aquí citado, es una verdad ineludible, inexcusable e irrevocable.”Todo lo que el hombre sembrare eso también segara”.Los israelitas habían caído en un estado de abyecta y confirmada idolatría, y como castigo de esta gran apostasía el Señor suscitó enemigos que los hostigasen desde varias direcciones, especialmente los amonitas y filisteos. Las invasiones y derrota de aquéllos fueron narradas en los dos capítulos anteriores a éste. Ahora el historiador sagrado procede a relatar las incursiones de este otro pueblo. El período de la ascendencia filistea cubrió cuarenta años, contando desde el tiempo de Elón hasta la muerte de Sansón. No parece que después de Sangar, y hasta el presente capitulo, los filisteos estuvieran en una condición ideal para oprimir a Israel, o quizás Dios no les había permitido hacerlo, pero ahora tenían una comisión, los israelitas se habían apartado del señor. Tampoco es evidente que los filisteos habían sometido totalmente a los israelitas, ya que parece que había comercio entre los dos pueblos. A menudo los filisteos hacían incursiones en territorio israelita, pero no había sometimiento total.
¡Que misericordioso es Dios! Que a pesar de la mala conducta de los israelitas, de su constante desvarío, desatino y despropósito, siempre que se arrepentían, Dios volvía a proveerles un libertador. Durante este tiempo Dios levanto a un juez que no podemos pasar por alto. Su nombre fue Sansón, y él fue uno de los más destacados magistrados de este tiempo. Probablemente Sansón, es la persona que mas oportunidad tuvo, incluso que cualquier hombre haya tenido nunca. Jamás nació un hombre con una oportunidad más gloriosa que este hombre. Todo era propicio para una carrera y un futuro brillante, menos él. Esa es la tragedia de la vida de este hombre. Llegó a juez durante la séptima apostasía, en cierto sentido, el último de los jueces. Israel fue conquistado por los filisteos y fue liberada sólo en parte por Sansón. La pequeña guerra civil que comenzó en el día de Jefte se volvió más y más grande y amarga, y el libro de los Jueces termina en absoluta confusión. Sansón con todas sus fuerzas y poderío, no pudo cumplir el cometido de liberar totalmente la nación y la historia termina en el libro de los Jueces en total desconcierto y anarquía
Ahí está la lección, podemos haber nacido con todas las oportunidades y talentos del mundo, pero podemos fracasar cuando no somos prudentes. Tanto la nación de Israel como Sansón, tenían las de ganar, pues tenían a Dios, pero fracasaron, la palabra es prudencia, esa es la razón de las caídas