Ministerio dificil Ezequiel :1-5

Iglesia Roca de Salvación

2118 N CENTRAL PARK AVE

CHICAGO ILLINOIS 60647.

Estados Unidos de Norte América

↓↓↓

http://perlitaspastorales.blogspot.com
http://joyasdelabiblica.blogspot.com (bilingual)
http://joyasdelabiblia.blogspot.com/

Ezequiel 2:1-7

Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo. Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.


Este pasaje describe el llamamiento del profeta Ezequiel. Comienza con la descripción a Ezequiel de la gente a quien le está enviando Dios, a fin de que él conozca las dificultades de su vocación, y además para alentarlo al desempeño de la misma. V. 3. Y Él me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a los rebeldes que se han rebelado contra mí: ellos y sus padres se han ido lejos de mí, (incluso hasta el día de hoy). Ver. 4.5, 6,7 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. cardos…espinas…escorpiones, son metáforas ilustrando la resistencia de los judíos al mensaje de Ezequiel. Ellos te maltrataran por tu mensaje (le dice Dios), pero no dejes que el miedo y la aprensión te induzcan a suprimirla, aunque sean rebeldes yo te voy a mantener y preservar.
Los hijos de Israel se habían convertido en paganos (dice el original), habían dejado de ser un pueblo de Dios, no eran ni siquiera una nación Isa 1:4, sino "paganos", es decir, alguien que se rebela contra Dios. (Con el artículo)En el original no aparece como adjetivo el cual siempre se escribe sin artículo sino en forma de aposición. Se habían rebelado contra Dios en esto, que, al igual que sus padres, se habían separado a sí mismos de Jehová. Hasta este día se ve Isaías 1:2. Lev 23:14; Gen 7:13, 17:23, etc.) Al igual que sus padres, los hijos eran rebeldes, y además, eran, de rostro duro, duros de frente "(Ezequiel 3:7), es decir, insolentes, sin esconder la cara, o el descenso de la mirada de vergüenza.
¡Que ministerio! Puede estar seguro que nadie que no tenga un verdadero llamado se quiere meter en tremendo zafarrancho de gratis, honestamente muchas veces me pregunto, ¿Que hago yo metido en esto?, de una cosa estoy seguro, y es que Dios protege a sus siervos, siempre van a ver criticas y censuras pero Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo hará 1.Tesalonicenses 5:24. “Los que quieren hacer cualquier cosa con el propósito del servicio de Dios, no deben temer a los hombres. Los impíos son como cardos y espinos, pero están para la maldición y su final es ser quemados. El profeta debe ser fiel a las almas de aquellos a quienes fue enviado. Todos los que hablan de parte de Dios al prójimo, deben obedecer su voz. Los descubrimientos del pecado y las advertencias de la ira deben ser materia de lamento. Los que están familiarizados con la palabra de Dios percibirán claramente que está llena de ayes para los pecadores no arrepentidos; y que todas las promesas preciosas del evangelio son para los siervos creyentes y arrepentidos del Señor” (Matthew Henry)