lunes, 14 de septiembre de 2009

Sintomas de falta de comunicacion Numeros 12:1-9

Iglesia Roca de Salvación
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Estados Unidos de Norte América





María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado, porque él había tomado por mujer a una cusita. Ellos dijeron: — ¿Acaso sólo por medio de Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por medio de nosotros? Y lo oyó Jehová. Moisés era un hombre muy manso, más manso que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra. Repentinamente Jehová dijo a Moisés, a Aarón y a María: — Id vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y fueron los tres. Entonces Jehová descendió en una columna de nube, se detuvo a la entrada del tabernáculo y llamó a Aarón y a María. Ellos dos se acercaron, y él les dijo: — Oíd mis palabras: Si tuvieseis un profeta de Jehová, yo me manifestaría a él en visión o hablaría con él en sueños. No es así con mi siervo Moisés, quien es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablo con él, en persona, y no por enigmas. Y él contempla la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo, contra Moisés? Entonces el furor de Jehová se encendió contra ellos. Y se fue.

Un error común en el liderazgo cristiano es la falta de comunicación. Muchos líderes cometen errores típicos de comunicación que causan fricción. A continuación, algunos de estos errores de los cuales necesitamos estar conscientes:

Suponer que se ha comprendido

Una vez enseñé español a alumnos de octavo grado. En una ocasión, me tomé 45 minutos explicando cómo conjugar un verbo. Al final pregunté si había alguna inquietud. Un estudiante levantó su mano y dijo: "Sr. Smalling, ¿Qué es un verbo?”
La lección fue una pérdida de tiempo para ese estudiante y fue mi culpa. Yo presumí que todos sabían lo que era un verbo y procedí sin darles el fundamento necesario.
Como líder, nunca suponga que su subordinado comprende el trabajo que debe hacer. Siempre verifique. Si ocurre un malentendido, es su culpa, no del subordinado.
Imagínese a usted mismo trabajando, convencido de que está haciendo lo correcto. Llega el supervisor y le dice: "¡Qué está haciendo! ¡Esa no es la forma de hacer el trabajo!"Entonces, usted recibe un sermón por no saber cómo hacer bien el trabajo.
¿Ha tenido alguna vez esta experiencia? La mayoría de nosotros la hemos tenido. Usted presume que está haciendo bien su trabajo hasta que un supervisor se acerca y le dice que lo está haciendo mal. Pregunta: ¿De quién es la culpa? Respuesta: Es culpa del supervisor, por no comunicarse. Usted no tiene la culpa de no saber.

Querer siempre estar incógnito"

Hay personas que cuidadosamente arreglan sus vidas de forma tal, que es casi imposible contactarlas. Nunca están disponibles. Evitan contestar el teléfono y dejan la contestadora. Aunque no tienen una actitud hostil, uno se lleva la impresión de "no me llame, yo lo llamaré cuando me convenga." Las personas entran en sus vidas cuando ellos deciden.
Dos cosas son notables acerca de estas personas. Primero, no deben tener puestos de liderazgo cristiano. Segundo, son frecuentemente líderes cristianos. Nosotros los llamamos "Señores Incógnitos."
Un equipo misionero en el que yo servía, tenía un líder que justo era de este tipo. Los miembros del grupo tenían sus residencias en la ciudad, la del líder estaba en el campo. Cada miembro tenía un número telefónico, excepto él. Las personas se quejaron porque él no estaba disponible, entonces, él consiguió un teléfono celular, que en ese país significaba un gasto significante del fondo del equipo misionero. A menudo, ese teléfono dejaba de funcionar.
Después de un tiempo, comenzamos en privado a referirnos a él como "el Sr. Incógnito." El equipo misionero llego a no tomarlo en cuenta.
Afortunadamente, la mayoría de los misioneros de ese equipo eran emprendedores que necesitaban poca supervisión. Este síndrome creó un vacío de liderazgo. Él había perdido su liderazgo sin darse cuenta.
En contraste con el Sr. Incógnito, experimentamos el ejemplo de un pastor de una iglesia presbiteriana. Yo necesitaba visitarlo en su empresa. Un día, fui a la oficina, me presenté a la secretaria, me disculpé por no haber hecho una cita y le expliqué que deseaba ver al pastor. La secretaria ignoró mi comentario y dijo: "La oficina del pastor está justo al final del pasillo. Vaya y entre."
Hice una pausa y dije: "¿No necesita anunciarme?", ella contestó: "No. La puerta está abierta. Pase no mas." La puerta estaba abierta y el pastor estaba sentado detrás de un gran escritorio, escribiendo. Toqué la puerta. Él alzó la vista y dijo: "Pase."
Me disculpé por interrumpirlo y me indicó que iba a atenderme. Él dijo: "No hay nada más importante que las personas. Estoy aquí para las personas, por tanto, no me ha interrumpido. Yo simplemente me ocupo en otro trabajo cuando no hay personas a quienes atender."
Más tarde yo reflexionaba: "Me pregunto si la actitud de este pastor tiene algo que ver con el hecho de que él tiene 2000 personas en su iglesia."

La sobre vigilancia

¿Alguna vez ha tenido un supervisor que se para detrás para mirar todo lo que usted hace? ¿Se sintió incómodo? ¿Trabajó mejor o peor?
A su subordinado, usted debe darle espacio para respirar y no ahogar su creatividad e iniciativa.
Si usted le da trabajo a alguien, asegúrese de que esta persona comprenda lo que usted espera de ella. Luego, déjela sola para que trabaje Usted puede supervisarla en forma diplomática con la pregunta: "¿Necesita algo?"
La retroalimentación permanente es una clave importante para evitar problemas con sus subordinados. Pregunte a sus subordinados lo que piensan acerca del trabajo que debe hacerse. Usted se sorprenderá de cómo muchas veces ellos han malentendido totalmente.
Sin embargo, haga esto sin insultar la inteligencia de sus subordinados. Evite la declaración condescendiente: "Repítame lo que le dije."

Decisiones unilaterales sin consultar

En un grupo misionero, un líder solía tomar decisiones sin consultar a los otros ministros del grupo. Esta actitud causó que el grupo sintiera que ellos y sus opiniones eran insignificantes. El sentirse despreciado y no respetado produjo la misma reacción en contra del líder. El grupo comenzó a despreciarlo y a faltarle el respeto.
Los líderes que hacen esto dan la impresión de que se consideran a sí mismos más sabios que los demás. A veces es debido a que los líderes son tan ocupados que olvidan la importancia de la opinión de los subordinados. Los líderes simplemente quieren conseguir las cosas hechas oportunamente. La arrogancia podría no ser la causa de estas decisiones unilaterales, pero para los subordinados, ciertamente luce como si lo fuera.
Las decisiones unilaterales son particularmente dañinas en los círculos cristianos porque todos son voluntarios. La gente tolera poco el abuso cuando no está obligada a estar allí.
La gente naturalmente tiende a reaccionar en la misma forma en que ha sido tratada. Si mostramos estimación por la contribución de nuestros subordinados, ellos probablemente respetarán nuestras decisiones.

Solamente comunicación negativa

Hay otro tipo de líder que se comunica con sus subordinados solamente cuando está inconforme. Cuando él hace una cita con su subordinado, este sabe automáticamente que el líder está inconforme. ¡Adivine cuánta tensión siente el subordinado!
Los subordinados aprenden a evitar tal líder. Ellos le demuestran respeto en forma superficial, pero en privado no lo estiman y desprecian su consejo.
Conclusión

La buena comunicación es casi sinónimo de una buena relación. Los cónyuges necesitan tener un equilibrio entre la excesiva y la poca supervisión. Los subordinados no pueden leer nuestra mente y es nuestra responsabilidad asegurarnos de que ellos entiendan lo que nosotros esperamos.



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