Crisis ministerial jeremias 15:10-21

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Crisis ministerial

Jeremías 15:10-20


¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz, como hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado, ni me han prestado; sin embargo, todos me maldicen. Así sea, oh Jehovah, si no te he servido para bien y si no he intercedido ante ti por el enemigo en el tiempo de la calamidad y en el día de la angustia. ¿Quién podrá romper el hierro, el hierro del norte, y el bronce? Tu riqueza y tus tesoros entregaré al saqueo de balde, por todos tus pecados y en todos tus territorios. Y te haré servir a tus enemigos en una tierra que no conoces, porque fuego se ha encendido en mi ira y arderá contra vosotros. Tú lo sabes, oh Jehovah; acuérdate de mí, visítame con tu favor y toma venganza de mis perseguidores. No sea yo arrebatado por la prolongación de tu ira. Tú sabes que por tu causa sufro la afrenta. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón; porque yo soy llamado por tu nombre, oh Jehovah Dios de los Ejércitos. No me he sentado ni me he regocijado en compañía de los que se divierten. A causa de tu mano me he sentado solitario, porque me llenaste de indignación. ¿Por qué ha sido continuo mi dolor, y mi herida incurable ha rehusado ser sanada? ¡Oh! ¿Serás para mí como torrente engañoso, como aguas de las que no se puede confiar? Por tanto, así ha dicho Jehovah: Si tú vuelves, yo te restauraré, y estarás de pie delante de mí; y si separas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. ¡Que ellos se vuelvan a ti; pero tú no te vuelvas a ellos! Te pondré ante este pueblo como un muro fortificado de bronce. Lucharán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estaré contigo para salvarte y librarte, dice Jehovah. Te libraré de la mano de los malos, y te rescataré de la mano de los tiranos.

Hoy, vamos a examinar y nutrirnos del capitulo 15 de Jeremías. Un capitulo fabuloso que habla de Las quejas de Jeremías y respuesta de Jehová. Los versos 10 al 18 reflejan el lamento del profeta y los versos 19 al 21 relatan el consuelo divino.
En este dramático fragmento, el profeta refleja su lucha interior al tener que llevar adelante con una misión que le es ingrata, pues debe aparecer como enemigo de su pueblo y traidor a sus compatriotas. Debió de ser compuesto en la época tormentosa del rey Joaquín (609-598), bajo el cual tuvo que sufrir mucho de parte de la corte. Jeremías se considera como vencido por la vida y se lamenta ante Jehová por la misión que le ha obligado a aceptar .En algunos momentos parece que está abandonado hasta del mismo Dios. ESTE RELATO SE PARECE MUCHO A MI, EN ALGUNOS MOMENTOS Y LUGARES DE MI MINISTERIO.
Todos los que trabajamos para Dios, tenemos momentos en que nos defraudamos porque no vemos los frutos de nuestros esfuerzos, o porque queremos una promoción, creemos, muchas veces, que ya es tiempo para pasar a un segundo nivel ministerial. Si UD ha pasado esos momentos, entonces le será fácil entender lo que estaba sintiendo Jeremías en este momento. Las palabras de profeta están llenas de significado:

1. El apela a Dios, quien lo llamo al ministerio, (Cap 1) y le dió promesas de protección (Cap 1). Dicho llamado y ofrecimientos están relatados en el Capitulo 1 de Jeremías. El profeta le dice a Dios, sus desánimos, sus peligros, la oposición que había encontrado y la perseverancia que había tenido a pesar de la oposición. TAL PARESE QUE DIOS NO ESTABA CUMPLIENDO CON LO QUE LE HABIA PROMETIDO.
2. El profeta contrasta el gozo con el que había recibido el llamado e iniciado el ministerio, el verso 16 dice “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón; porque yo soy llamado por tu nombre”. A todos nos ha pasado así, nos recordamos la alegría con la que comenzamos el ministerio, no sabíamos lo que nos esperaba.
3. El profeta presenta a Dios, la revolución de sus sentimientos. Los versos 17 y 18 dicen “Oh Jehovah Dios de los Ejércitos. No me he sentado ni me he regocijado en compañía de los que se divierten. A causa de tu mano me he sentado solitario, porque me llenaste de indignación. ¿Por qué ha sido continuo mi dolor, y mi herida incurable ha rehusado ser sanada? ¡Oh! ¿Serás para mí como torrente engañoso, como aguas de las que no se puede confiar?. Palabras bien duras para ser dirigidas a Dios. Créame, yo las he dicho peores. Pero Dios no toma en cuenta las palabras de nosotros cuando estamos en apuro. Job 6 26 dice “¿Me van a juzgar por mis palabras, sin ver que provienen de un desesperado?”. Toda su vida ha sido un sufrimiento continuo, una herida incurable (v.18).Durante su penoso ministerio se repiten las situaciones de modo horrorosamente monótono: desprecios, incomprensiones, calumnias, irrisiones; si ese es su patrimonio ministerial es terriblemente semejante a una herida que rehúsa ser curada.
4. El profeta ora para que la ayuda sea más evidente, pues no la ve. Compara las respuestas de Dios con un río engañoso que se cree que tiene agua y no tiene nada. “¿Serás para mí como torrente engañoso, como aguas de las que no se puede confiar?”. El profeta esta acusando a Dios, directamente le esta diciendo que es un arrollo engañoso, que no se puede confiar en el. En ese caso, la situación de Jeremías es la del viajero que atraviesa la estepa sediento con la ilusión de encontrar un torrente de agua conocido de antes, y, al llegar al lugar, se encuentra con que está seco: ¿vas a ser como torrente falaz ,cuyas aguas no son seguras?
5. Lamenta que la entrega del mensaje de Dios al pueblo, no haya cambiado la situación miserable que le rodeaba
   

La respuesta de Dios

1. Dios le anuncia solemnemente al profeta las condiciones para ser reinstalado en su oficio. Si tú vuelves, yo te restauraré, y estarás de pie delante de mí; y si separas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz Ver 19. Debe haber un retorno personal a Dios de esa actitud. Debía haber una separación en el, de lo que era divino y lo que era humano “si separas lo precioso de lo vil”. Increíblemente la vida del profeta todavía no había sido totalmente quebrantada, ni purificada
2. Dios anuncia seguridad al profeta “Te pondré ante este pueblo como un muro fortificado de bronce” “yo estaré contigo para salvarte y librarte, dice Jehovah”. Pero esta seguridad estaba fundada en la condición de que el profeta no se iba a contagiar con la conducta de ellos. ¡Que ellos se vuelvan a ti; pero tú no te vuelvas a ellos! Perdemos poder y protección en el ministerio cuando nos corrompemos con las actitudes del pueblo.
3. El debía ser el órgano por medio del que Dios hablara, Iba a hablar las palabras de Dios, no las de el “serás mi portavoz”.
4. Por ultimo, si el profeta cambia la actitud, las promesas que originalmente Dios le dio, serian confirmadas Verso 20 y 21 “Te pondré ante este pueblo como un muro fortificado de bronce. Lucharán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estaré contigo para salvarte y librarte, dice Jehovah. Te libraré de la mano de los malos, y te rescataré de la mano de los tiranos.

Perdemos el ministerio cuando asumimos malas actitudes, de queja, murmuración y acusaciones contra Dios, como le pasó al profeta Jeremías, para ser reinstalados debe haber un proceso de cambio. Esto es lo que exige Dios.