Privilegios y obligaciones de Israel Deuteronomio 7:1-10

Iglesia Roca de Salvación

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Estados Unidos de Norte América

Rev. Samuel M González

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7“Si el Señor los ha preferido y elegido a ustedes, no es porque ustedes sean la más grande de las naciones, ya que en realidad son la más pequeña de todas ellas. 8El Señor los sacó de Egipto, donde ustedes eran esclavos, y con gran poder los libró del dominio del faraón, porque los ama y quiso cumplir la promesa que había hecho a los antepasados de ustedes. 9Reconozcan, pues, que el Señor su Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su alianza generación tras generación, para con los que le aman y cumplen sus mandamientos; 10pero que destruye a aquellos que le odian, dándoles su merecido. ¡Sin tardanza da su merecido a los que le odian! 11Cumplan, pues, los mandamientos, leyes y decretos que en este día les ordeno que pongan en práctica. (Dios habla hoy)


Aquí están las razones que Dios da para hacer cumplir la precaución y no caer en la idolatría de los cananitas. La elección que Dios había hecho, al tomar a este pueblo para si, dentro de los otros pueblos de la tierra (V. 6). Había tal convenio y comunión establecidos entre Dios e Israel como no estaba entre él y cualquier otro pueblo en el mundo. ¿Iban a deshonrar con sus idolatrías al que los había honrado así? ¿Iban a traicionar la amabilidad que Dios había mostrado con ellos? ¿Ponerse al mismo nivel con los otros pueblos, cuando Dios los había dignificado y había desarrollado más que a los otros pueblos? No había nada en ellos para recomendarlos ante Dios o dar derecho a este favor. En la multiplicidad de la gente esta el honor del rey Proverbios 14:28. Pero su número era insignificante; eran solamente setenta almas cuando entraron a Egipto, y, aunque aumentados grandemente allí, con todo había muchas otras naciones más numerosas: “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos (V. 7). Dios presenta la razón de esta elección (V. 8). Él los amó porque él puede amar así, al igual que un padre, que ve en su hijo algo bueno. Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos (Oseas 14:4). Los que caen, caen por sus propios méritos, pero todo el que se salva, es salvo por prerrogativa divina. Dios había hecho su trabajo porque él guarda su palabra. “Él los ha traído fuera de Egipto en virtud del juramento hecho a su padres." Nada en ellos, o hecho por ellos, podía hacer a Dios un deudor de ellos; él se había hecho un deudor a su propia promesa, que él realizaría a pesar de su indignidad. El tenor del convenio en el cual fueron tomados fuera de Egipto era este; “Que como ellos fueran para Dios, Dios seria para ellos. La elección de Israel conlleva obligaciones. Dios había hecho un pacto a causa de su amor y el mostraría su fidelidad para con el mismo, pero a cambio él esperaba un amor que estuviera dispuesto a ser obediente (v. 9). Al señalar el empeño de Dios por expulsar a los cananeos, también se advierte seriamente a Israel para que no tome livianamente su relación con él. La señal de que esa relación era verdadera no sería por el nombre de “Israel”, ni por ninguna otra marca externa, sino únicamente la disposición de cumplir los mandamientos de Dios (versos. 10, 11).
Los versos. 9-11 son una confesión de fe que se encuentra aquí y en otros lugares del AT. (Ex 20:6; 34:6, 7). Dios es fiel y digno de confianza. Se puede confiar en que El cumple lo que promete. El señor tu Dios no es igual a los dioses de las naciones, creaturas de ficción, buenos para la poesía, pero inútiles para la devoción seria. Dios esta listo y es capaz de satisfacer nuestras necesidades y cumplir sus promesas. El cumple todas las expectativas justas de sus devotos, y él guardará ciertamente el convenio y la misericordia, " es decir, " demostrará la misericordia según el convenio, a los que lo amen y guarden sus mandamientos, no sólo a los millares de personas, sino a millares de generaciones, tan inagotable es la fuente, como lo constante de sus corrientes. Es bueno recordar aquí, junto con el rabí Recanati que no se trata de generaciones, dentro de la acepción corriente de la palabra, las generaciones que se contemplan aquí, son de cincuenta años, que es el intervalo que separa un año de jubileo y otro año de jubileo, así, mil generaciones constituyen aquí una promesa que va hasta el fin de los tiempos. La fidelidad de Dios, es la seguridad eterna de su pueblo, Dios es el Dios de amen. El es el testigo fiel Apocalipsis 3:14, Dios no tolera que su palabra fracase “Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad.”(Salmo 89:33)

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