miércoles, 10 de junio de 2009

El valor de la sabiduria vrs lo destructivo del pecado Eccleiastes 9:18

Iglesia Roca de Salvación
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Eclesiastés 9:18

Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.


Rabi Shlomo Yitzjaki, considerado como el más excelso comentarista de la Biblia y el Talmud, uno de los más grandes eruditos y legisladores en materia de ley judía así como un experto en lengua hebrea, sostiene que este verso se refiere a la historia relatada en 2 Samuel 20:14-22: “Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel-bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también. Y vinieron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y quedó sitiada; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla. Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. Entonces volvió ella a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en Abel; y así concluían cualquier asunto. Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga. La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro. La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén. Si ella no destruye a Seba el hijo de Bicri, todos ellos hubieran sido destruidos por causa de su falta y pecado. Si Israel (Dice Rashi) estuviera compuesta, mitad por gente piadosa y mitad por gente pecadora, y uno de los piadoso hubiera pecado, la balanza se hubiera inclinado a la destrucción, el peso del pecado de esa sola persona, hubiera puesto a todo el pueblo bajo peligro de destrucción. Esto es debido a que los pecados en Israel, eran pecados nacionales, esto es regla fundamental en la teología judía.
Un solo pecador destruye mucho bien. Así como un sabio puede superar grandes dificultades (verso. 15; cap. 7:19), así también un necio puede destruir grandes logros. Aun la menor indiscreción puede frustrar el mejor consejo. Es por eso que mostrar misericordia con una persona reincidente, en una congregación, no es una virtud que deba alabarse, pues se está poniendo en riesgo el resto de la congregación y los logros del ministerio, por eso Pablo dijo “quitad a ese perverso de entre vosotros” 1.Corintios 5:13. Mathew Henry dice: “¿Cuántos de los buenos dones, tanto de la naturaleza como de la providencia, destruye y despilfarra un pecador? El que destruye su alma, destruye mucho bien. Un pecador puede llevar a muchos a sus caminos destructores. Véase quiénes son los amigos y los enemigos de un reino o una familia, un santo hace mucho bien, y un pecador destruye mucho bien”. Existe la tendencia actual, por parte de muchos lideres, de solapar el pecado de algunas personas, porque de ponerlo en evidencia, significaría una perdida monetaria, es por eso que dentro de las iglesias actuales, se encuentran todo tipo de personas, que aun no están debidamente consagradas a Dios, eso destruye la integridad del evangelio, por eso los grandes escándalos que actualmente se están dando en la grey del señor. El pecado hay que mantenerlo separado del pueblo de Dios, “Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos”






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