martes, 20 de octubre de 2009

El adolescente y su desarrollo en Cristo


El adolescente y su desarrollo; Físico, Social, Intelectual y Espiritual

Proverbios 22:6

Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo, no se apartará de él.


Uno de los retos actuales, tanto de padres como maestros cristianos, es que los adolescentes permanezcan en el evangelio, la mayoría se aparta. Lo que se dice es que la generación Boomer y X no les gusta hacer compromisos. Nuestro deber como maestros y como cristianos es guiarlos a través de ese difícil periodo de la vida y que perseveren en los caminos de Dios. A petición del hermano Alex de Paz, queremos enviar una reflexión sobre la adolescencia. Aunque sabemos que no vamos a agotar este extenso tema, vamos a participar un bosquejo que sirva tanto a padres como a maestros y pastores.
Sabemos que el primer paso para hablar cualquier tema es definirlo, esto es, establecer los límites que lo demarcan, por lo que queremos de inicio concretar que queremos significar cuando hablamos de adolescencia.
Por adolescencia entendemos etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientes socialmente.
Seguido a la pubertad que es el periodo de la vida humana durante el cual maduran los órganos sexuales implicados en la reproducción, esta la adolescencia. En la pubertad la maduración se manifiesta en las mujeres por el comienzo de la menstruación, en los hombres por la producción de semen, y en ambos por el aumento de tamaño de los genitales externos. El rápido desarrollo indica una serie de cambios fisiológicos. Así mismo, durante la pubertad aparecen por primera vez los caracteres sexuales secundarios. En los hombres, se incrementa de forma notable la producción de pelo en ciertas partes del cuerpo, en particular en la zona púdica, en las axilas y en la cara; además, por lo general, la voz cambia y comienza a tener un tono más grave. En las mujeres, también aparece pelo en la región púdica y en las axilas, y los senos empiezan a crecer. El desarrollo acelerado de las glándulas sudoríparas en ambos sexos puede provocar la aparición de acné.
La American Academy of Child & Adolescent Psychiatry caracteriza la adolescencia de la siguiente forma:

Movimiento hacia la independencia
  1. Lucha con su sentido de identidad,
  2. Se siente extraño o abochornado consigo mismo o con su cuerpo,
  3. Se enfoca en sí mismo, alternando entre altas expectativas y un pobre concepto propio,
  4. Lo influencian los amigos en su modo de vestir e intereses,
  5. Su humor es cambiante,
  6. Mejora su habilidad del uso del lenguaje y su forma de expresarse,
  7. Tiene menos demostraciones de afecto hacia los padres; ocasionalmente el adolescente se pone grosero,
  8. Se queja de que los padres interfieren con su independencia, y
  9. Tiene la tendencia a regresar al comportamiento infantil, particularmente cuando está bajo mucho estrés.


Intereses futuros y cambios cognoscitivos

  1. Tiene un interés mayormente del presente, y pensamientos limitados acerca del futuro,
  2. Se expanden y aumentan en importancia los intereses intelectuales, y
  3. Adquiere una mayor capacidad para el trabajo (físico, mental y emocional).


Sexualidad

  1. Muestras de timidez, sonrojo y modestia,
  2. Desarrollo físico de las niñas antes que los niños,
  3. Mayor interés en el sexo opuesto,
  4. Movimiento hacia la heterosexualidad con miedos de la homosexualidad,
  5. Preocupación con relación a su atractivo físico y sexual con relación a otros,
  6. Frecuentes cambios de relaciones, y
  7. Preocupación de si es normal o no.


Moralidad, valores y dirección propia

  1. Pone a prueba las reglas y los límites,
  2. Aumenta la capacidad para pensar en manera abstracta,
  3. Se desarrollan los ideales y se seleccionan modelos de comportamiento,
  4. Mayor evidencia consistente de tener consciencia, y
  5. Se experimenta con el sexo y las drogas (alcohol, cigarrillos y marihuana).


A pesar que ningún joven es igual a otro, hay ciertas facetas del desarrollo que los jóvenes tienen en común. Havighurst destaca diez “tareas de desarrollo” de los adolescentes. Por tareas de desarrollo, él quiere decir áreas de desenvolvimiento natural para esta época de la vida. He aquí la lista de Havighurst de lo que el adolescente necesita para transformarse en adulto:

  1. Lograr relaciones nuevas y más maduras con los compañeros de su misma edad y de ambos sexos.
  2. Desarrollar su papel social masculino o femenino; o sea, lo que es ser hombre o mujer con sus propios recursos y habilidades.
  3. Aceptar su condición física (o papel sexual) y utilizar su cuerpo en una forma efectiva.
  4. Lograr una independencia emocional de los padres y de otros adultos.
  5. Alcanzar la seguridad de una independencia económica.
  6. Elegir y prepararse para una ocupación.
  7. Prepararse para el matrimonio y la vida familiar.
  8. Desarrollar sus habilidades intelectuales para poder vivir en el mundo adulto y los conceptos necesarios para la competencia cívica.
  9. Desear y lograr un comportamiento aceptable ante la sociedad. (Nota: Aunque el adolescente suele presentarse en contra de las normas aceptables al público en general, siempre busca la aceptación de un elemento de la sociedad, la de su grupo o de su propia edad y altura social.)
  10. Adquirir un conjunto de valores y un sistema ético que sirvan de guía a su comportamiento.


¿Qué debemos hacer?

  1. Esté seguro que conoce al Señor. Puede que sea cristiano por que sus padres los son porque necesita un grupo. Esto no es malo, pero debemos lograr que el se encuentre con Cristo primeramente. No podemos edificar sobre otro fundamento que no sea Cristo.
  2. Provea un programa de discipulado. Pablo hizo de Timoteo un discípulo de Cristo, invirtió en el tiempo, esperanza, energía y por eso podía decirle con propiedad “ninguno tenga en poco tu juventud sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. No podemos demandar lo que no hemos dado.
  3. Tengamos el objetivo que el joven durante su primer año en el grupo juvenil, reciba un plan de estudios de la Biblia que le permita conocer e interiorizar los principios fundamentales de la fe cristiana. Y ser un fiel seguidor de Cristo.
  4. Aparten tiempo para orar, alabar y ministrar a Dios, promoviendo un ambiente que más que un espectáculo promueva un encuentro con Dios. Que ellos puedan sentir la presencia transformadora de Dios. Si buscamos únicamente la experiencia sin formación bíblica, esta experiencia será superficial y pasajera. Cuando ambas se combinan se hará una necesidad buscar su presencia.
  5. Realizar actividades de grupo que promuevan la lectura de la Biblia como: Antorchas Bíblicas, Lecturas programadas, Memorización de Versículos etc.
  6. Combine momentos de intercesión y testimonio. Ellos necesitan crecer en experiencias con un Dios vivo que actúa en medio de ellos.
  7. El líder debe orar por ellos, en forma privada y pública, en grupo o individualmente según sea la necesidad.
  8. Permita que los jóvenes puedan descubrir y desarrollar sus dones espirituales.
  9. Constantemente asegúrese cuales son la amistades de su hijo y que tipo de enseñanza le dan en la escuela, la mayoría de las veces es contraria a la moral bíblica.
  10. En esta etapa es importantísimo, afirmarle el sexo a su hijo, la mayoría de las desviaciones sexuales comienzan a esta edad.


ESTAS REFLEXIONES SON EL PRODUCTO DE LOS TEMAS QUE NOS SOLICITAN LOS LECTORES, POR LO QUE NECESITAMOS MANDE SU TEMA, PARA DESARROLARLO Y COMPARTIRLO

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