Iglesia Roca de Salvación
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Así que sigan mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo. Los felicito, porque ustedes siempre se acuerdan de mí y obedecen mis enseñanzas. Ahora quiero que sepan esto: Cristo tiene autoridad sobre todo hombre, el hombre tiene autoridad sobre su esposa, y Dios tiene autoridad sobre Cristo. Si el hombre ora a Dios o habla en su nombre con la cabeza cubierta, no le da a Cristo la honra que merece. Y si la mujer ora a Dios o habla en su nombre sin cubrirse la cabeza, le falta el respeto a su esposo. Es lo mismo que si se afeitara la cabeza. Si la mujer no quiere cubrirse la cabeza, entonces que se la afeite. Pero si le da vergüenza afeitársela, entonces que se la cubra. El hombre no debe cubrirse la cabeza, pues fue hecho parecido a Dios y refleja su grandeza. La mujer, por su parte, refleja la grandeza del hombre. Porque Dios no sacó de la mujer al hombre, sino que del hombre sacó a la mujer. Y no creó Dios al hombre para la mujer, sino a la mujer para el hombre. Por eso la mujer debe cubrirse la cabeza: para mostrar su respeto por la autoridad del hombre, y también su respeto por los ángeles. Sin embargo, para nosotros los cristianos, ni la mujer existe sin el hombre, ni el hombre existe sin la mujer. Es verdad que a la primera mujer Dios la sacó del primer hombre, pero también es verdad que ahora todos los hombres nacen de alguna mujer. Y el hombre, la mujer y todo lo que existe han sido creados por Dios. Piensen ustedes mismos si está bien que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta. Según nuestras costumbres, es una vergüenza que el hombre se deje crecer el cabello, pero no lo es que la mujer se lo deje crecer. Y es que Dios le dio el cabello largo para que se cubra la cabeza. En todo caso, si alguien no está de acuerdo con esto y quiere discutirlo, le digo que ni nosotros ni las iglesias de Dios conocemos otra manera de actuar. (Biblia en Lenguaje Sencillo)
A petición del hermano Clemente Chal desde África, queremos explicar y a la vez compartir los primeros 16 versos del capitulo 11 de 1 de Corintios.
En este punto de la Epístola, Pablo pasa de los temas sobre los que los corintios le habían pedido que les informara, para hacer algunas observaciones sobre la manera en que, como él había oído, se estaban llevando a cabo sus reuniones para el culto público. Los cuatro capítulos siguientes se ocupan de instrucciones de lo que constituye la decencia y decoro en tales reuniones. Él desea primeramente expresar su satisfacción, ya que, en general se habían adherido a las instrucciones que ya les había dado y los acuerdos que él mismo había hecho, mientras que estuvo en Corinto. "los alabo, hermanos, de que os acordaréis de mí en todas las cosas, y mantienen las ordenanzas como las he entregado a ustedes. "Sin embargo, hay una o dos cuestiones que no se pueden hablar en términos de elogio. Oyó, en primer lugar, con sorpresa y disgusto, que no sólo las mujeres pretendían orar en público y frente a los cristianos reunidos, sino que incluso dejaron a un lado, mientras que lo hacían la vestimenta característica de su sexo, Pablo habló, para corregir el escándalo, ya que tanto en el oriente como en el mundo griego, las mujeres usaban el velo (hasta el día de hoy).
Al estudiar este pasaje, debemos tener en cuenta el lugar del velo en el Medio Oriente, Hasta el día de hoy, la mayor parte de las mujeres, sobre todo en los países musulmanes, usan el Jashmak, es un largo velo que deja descubierto solamente los ojos y la frente y que llega hasta los pies, en los tiempos de Pablo el velo cubría aun mas. El velo indicaba dos cosas a) Inferioridad b) Protección
Para ver la importancia de esta cuestión de la vestimenta, hay que en primer lugar saber cómo sucedió que a las mujeres cristianas de aquel entonces se les ocurrió la idea de hacer una demostración tan poco femenina (para el mundo cultural de aquel entonces). Al igual es necesario saber el impacto de la misma para los paganos a su alrededor. ¿Cuál era su intención o el sentido de hacerlo? ¿Qué idea tenían en sus mentes? A lo largo de esta larga e interesante carta, Pablo está tratando de corregir las impresiones apresuradas que estos nuevos creyentes estaban recibiendo con respecto a su posición como cristianos. Un gran diluvio de nuevas ideas de repente se vierten en su entendimiento, se les enseñó a mirarse de manera distinta a sí mismos, mirar de manera diferente a sus vecinos, de manera diferente a Dios, de manera diferente todas las cosas. Las cosas viejas habían pasado (2 Corintios 5:17), y todas las cosas se habían convertido en nuevas. Se les dio vida de entre los muertos, habían nacido de nuevo, y no sabían en qué medida esto afectó las relaciones con este mundo corrupto, no sabían como relacionarse ahora con el mundo pecador que los rodeaba.
Los hechos del segundo nacimiento y la vida nueva se apoderaron de ellos tan fuertemente que por un tiempo no entendieron como relacionarse en esta nueva vida, con el mundo que los rodeaba. Tan real es esto que Pablo tuvo que resolver los problemas mas sencillos, como por ejemplo: el esposo esta en duda si debe seguir viviendo con su esposa que es no creyente. Pensaban que al convertirse no se podían relacionar con un “hijo de ira”. Esto era por su puesto una anomalía moustrosa .Era difícil para estos primeros cristianos ajustarse a si mismos, como hijos de Dios, a su posición en un mundo corrupto y condenado.
Ahora, una de las ideas en el cristianismo primitivo que más se fijo en ellos, fue la igualdad de todos ante Dios, una idea que tendría gran alcance y aceptación entre los esclavos de ese tiempo. El emperador y el esclavo también deben dar cuenta a Dios. César no está por encima de la responsabilidad, el bárbaro no esta por debajo de ella. Cada hombre y cada mujer son únicos ante Dios, para sí mismo y para dar cuenta de la vida recibida de Dios. Al lado de esta idea llegó la del Salvador para todos por igual, la salvación común, accesible a todos en igualdad de condiciones, y la participación de todos los que se convirtieron en hermanos en un mismo nivel con Cristo. No había ni griego ni bárbaro, varón, ni mujer, siervo ni libre, ahora. Estas eran las tres distinciones que dividían la sociedad en aquel tiempo: Amos - Esclavos. Mujer - Hombre, Griego- Bárbaro. Y dice que fueron abolidas en Cristo.
En el caso que nos ocupa, las mujeres cristianas habían despertado a un sentido de su propia persona, a la responsabilidad individual ante Dios, y su derecho a la igualdad en Cristo, comenzaron a pensar que en todas las cosas debían ser reconocidas como iguales al otro sexo. Ellas eran uno con Cristo, los hombres no podía tener mayor honor: ¿no era obvio que estaban en igualdad con aquellos que antes las tenían por inferiores? .Tenían el Espíritu Santo que habita en ellos, ¿no podrían, así como los hombres, edificar la asamblea cristiana al pronunciar palabras inspiradas? Sus privilegios cristianos no dependían de los hombres ¿No debían ellas mostrar la independencia que tenían en Cristo, quitándose el velo, que era la insignia del sometimiento al sexo masculino? Este abandono del uso del velo no era un simple cambio de moda en el vestir, de lo cual, por supuesto, Pablo no hubiera tenido nada que decir, no era un dispositivo femenino para mostrar mayor ventaja entre las fieles compañeras, Este acto de dejar el uso del velo era la expresión externa de un movimiento entre las mujeres que querían reafirmar sus derechos e independencia.
El Evangelio, fuera de duda, elevó a la mujer de la degradación en que se veía sumida, especialmente en el Oriente. Sin embargo, aunque se hallaban en el mismo nivel con los varones en lo que se refiere al plan de salvación (Gálatas: 3:28), se había de mantener la sujeción de ellas en cuanto al orden, la modestia, y el decoro. Pablo aquí reprueba la conducta indecorosa de ellas tocante al modo de vestir y en el cap. 14:34, se refiere a la modestia que les convenía en público. El apóstol basa su reproche en la sujeción de la mujer al hombre según el orden de la creación. La pregunta es si la mujer tenía derecho a participar en los cultos públicos, la respuesta es tajante: el velo es señal de la sumisión que el inferior debe llevar ante el superior, la mujer es inferior en el sentido de que el hombre es la cabeza de la familia, por lo que esta mal que un hombre aparezca en el culto publico con la cabeza cubierta e igualmente mal que la mujer aparezca en el culto publico con la cabeza descubierta.
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