miércoles, 23 de diciembre de 2009

Reflexion de fin de año Lamentaciones 3:22

ROCA DE SALVACION

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Por la bondad de Jehovah es que no somos consumidos, porque nunca decaen sus misericordias.

Es sombroso ver cuan rápidamente pueden cambiar las circunstancias, de mes a mes, y de semana a semana. Al terminar el año, nos vemos tentados a mirar a atrás y ver la cantidad de cosas que han sucedido. Algunos asuntos que nos intranquilizaron en el mes de Enero, ahora ya pasaron, quedaron en el trayecto, ahora tenemos nuevos desafíos y ofrecimientos. Oportunidades que pensamos que nunca iban a ser posibles, ahora, después de seis meses aparecen frente a nosotros.
La vida esta llena de cambios, y si nos concentramos en lo diferente que puede ser la vida de un minuto a otro, bien pudiéramos desanimarnos sobre el futuro. Como cada fin año, nosotros experimentamos un cúmulo de sentimientos naturales. La noche del 31 de Diciembre, según percibimos psicológicamente, es para nosotros el fin de los problemas, generalmente creemos que con la llegada del 1 de Enero comenzaremos una nueva vida, libre de los problemas del año viejo. Bastan solo unas horas del nuevo año para darnos cuenta, que nada es realmente nuevo, que continuamos con los mismos problemas del año anterior, que el cambio que esperábamos que existiera, ocurrió solamente en nuestras mentes.
“En la vida, no hay un carruaje que nos lleve sin enfrentar las luchas, ni un atajo para llegar más pronto o más fácil. Nadie nos puede llevar a cuestas, ni vivir la aventura por nosotros. La vida es una constante lucha que es inevitable, la mejor actitud es la del guerrero, jugando en "equipo" y asumiendo nuestro destino día a día, como una forma de vida, como una aventura para encontrar una luz que vislumbre en el sendero desconocido que es nuestra existencia.
Así que al pensar en todo lo que ha pasado este año, en vez de lamentarnos por los altibajos, los triunfos y los problemas, debemos reflexionar sobre la fidelidad de Dios y en como nos ha prometido su presencia en medio de todo esto. El señor nunca cambia, este es uno de sus atributos que mas nos anima, pues se aplica a cualquier circunstancia que podamos enfrentar. Dios es nuestra estabilidad y seguridad. Cualquier otra fuente de seguridad, tarde o temprano nos defrauda, pero podemos poner nuestra seguridad en Dios, pues el nunca deja de cumplir sus propósitos. Hebreos 13:8 dice Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Dios siempre estará firme, no importan lo tambaleantes que puedan ser nuestras vidas. El tiempo no afecta a Dios, él es eterno, nuestras circunstancias, no le sorprenden ni le dejan perplejo. Dios siempre esta en el control de cada detalle. No importa la cultura, la religión, el clima político o situación económica en los que vivamos, la palabra de Dios, y Dios nunca cambian, por eso si queremos tener seguridad en este nuevo año debemos aferrarnos a los principios de la palabra de Dios. Dios sabe como dirigir de una forma absolutamente perfecta.


Consejo final

Nuestra posibilidad de servir a Dios, depende de nuestra disposición de servir a otros y mantenernos firmes en medio de las adversidades, la firmeza de los fieles que venció la hoguera y la cárcel, esa fe que el martirio no pudo abatir, es necesaria para mantenerse útil y sirviendo. Es tan solo por la fidelidad en las cosas pequeñas que un verdadero y constante amor a Dios puede ser distinguido de un fervor de espíritu pasajero

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