viernes, 15 de enero de 2010

Posiciones en el Reino de los Cielos Mateos 18:1-3


ROCA DE SALVACION

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En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús diciendo: — ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: — De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como los niños, jamás entraréis en el reino de los cielos.

El hermano Nehemías nos pide que analicemos éste pasaje, su e-mail dice: Me gustaría que me ayudarán a desarrollar un tema sobre el versículo que dice que debemos ser como un niño para entrar al reino de Dios.
La pregunta de los discípulos era: ¿Quién será el mas grande en el Reino de los Cielos?, y el solo hecho de que hicieran esa pregunta, revelaba que no tenían ni idea de lo que era el Reino de los Cielos. El concepto que los judíos tenían del reino que estaban esperando, era muy desigual al que estaba presentando Cristo. Los textos judíos hablan de diferentes recompensas y jerarquías en el reino, el status en el reino venidero era un tema que los judíos se plantaban cada día. El israelita, creía que estos status eran sobre la base de la dignidad y Cristo enseñó que eran sobre la base de la santidad y el carácter cristiano. Ya en las bienaventuranzas, Cristo les refirió el carácter que deben tener los que son ciudadanos del reino (Mateos 5:1-9) pero ellos no lo entendieron. En las expectativas del hebreo, vendría un reino político, en vez de un sanador. Los discípulos no podían ver la conexión entre las obras de sanidad y restauración que hacia Cristo, y el reino político por ellos esperado. Cristo les dice en este texto, que van por un camino equivocado, que van alejándose del reino en vez de acercarse, ellos pensaban en un reino político-administrativo, Cristo pensaba en un reino: espiritual-interno-regenerativo, (en su inicio). La pregunta que hicieron los discípulos, responde a una pretensión incorrecta. No era quién de ellos sería más “santo” en el reino, sino quién de ellos tendría una mayor dignidad de puesto o de mando; imbuidos del ambiente nacionalista judío lo conciben a su modo como temporal.
Tan recurrente era esta idea errónea en los discípulos, que queda registrada en los tres evangelios sinópticos (Marcos 9:33-37; Lucas 9:46-48). Aun cuando Cristo está al partir, todavía ellos persistían en su idea de reino y la preguntan a Cristo ¿Restauraras el Reino de Israel en este tiempo? Hechos 1:6. En los evangelios es recogido varias veces estos celos y ambiciones de los apóstoles por los primeros puestos en el reino. Son todavía los “hombres” galileos y “judíos” que se figuran a su modo lo que será el Reino.
Cristo les enseña en este pasaje, cual es la única forma de entrar al reino, y tener posición en el reino. Colocando un niño entre todos los discípulos, les dice “Tienen que volverse como un niño”. Es decir, tienen que cambiar su línea de conducta, su mentalidad, es un cambio interior, el requisito para entrar al reino. Los discípulos necesitaban cambiar de actitud, abandonar sus pensamientos orgullosos y llenos de ambición. Cristo les está diciendo que debían darle una nueva dirección a su mente, pensamientos y deseos. Tenían que dejar esa mentalidad de político moderno, luchando por puestos dentro del gobierno.
Al sugerir el ejemplo de un niño, Cristo esta enfatizando en tres virtudes principales:
  1. La primera y principal, cual es la clave en todo el pasaje ; La humildad”
  2. La segunda “La dependencia”. Para un niño depender de sus padres y de los adultos es completamente natural.
  3. La tercera: “La confianza”. Ingenuamente el niño confía en los adultos

La lucha de los discípulos por puestos y reconocimientos, no debe sorprendernos, pues todos los hombres tienen las mismas necesidades: Reconocimiento, Posición, Prestigio, Dinero, Autoridad, Estima, Desafío, Satisfacción. Esas necesidades y anhelos, no tienen nada de malo, son necesidades psicológicas legitimas que deben ser satisfechas de algún modo para poder llegar a ser medianamente feliz en la tierra, es decir, sentirse realizado. El problema es cuando el corazón se llena de egoísmo y perdemos el equilibrio, nos vamos a un extremo, ignorando los deseos del que tenemos al lado. Entonces llegamos a codiciar, somos capaces de aplastar al prójimo por obtener ganancias. Nos volvemos peligrosos, matamos y herimos. La pregunta no es ¿Quién será grande? Sino ¿Cómo llegar a ser grande? Cuando ellos preguntaron ¿Quién será el mas grande? No se referían a grandeza en calidad o carácter, sino en nombre, influencia, poder, fama. Todavía pensaban el reino como algo terrenal, temporal y no espiritual y eterno.


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