jueves, 6 de mayo de 2010

Errores de un plan politico : Isaias 36:1-10

MINISTERIO DE REFLEXION TEOLOGICA EN LINEA

(773)542-9068

ESCRIBANOS A LA SIGUIENTE DIRECCION

Sabiduría y errores de un plan político
Isaías 36:1-10
Pasajes paralelos (2 R. 18.13-37; 2 Cr. 32.1-19)



Aconteció que en el año 14 del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. Después el rey de Asiria envió al Rabsaces, desde Laquis hasta Jerusalén, al rey Ezequías, con un poderoso ejército. El Rabsaces se detuvo junto al acueducto del estanque de arriba, que está en el camino del Campo del Lavador. Luego salieron hacia él Eliaquim hijo de Hilquías, el administrador del palacio; Sebna, el escriba; y Jóaj hijo de Asaf, el cronista. Entonces les dijo el Rabsaces: — Decid a Ezequías que así ha dicho el gran rey, el rey de Asiria: “¿Qué confianza es esa en que confías? Tú has dicho tener plan y poderío para la guerra, pero sólo son palabras de labios. Pero ahora, ¿en quién confías para que te hayas rebelado contra mí? He aquí que tú confías en Egipto, en ese bastón de caña cascada, que a cualquiera que se apoye sobre ella, le entrará por la mano y se la atravesará. Así es el faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.” Pero si me dices: “Confiamos en Jehovah nuestro Dios”, ¿no es éste aquel cuyos lugares altos y cuyos altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: “Delante de este altar adoraréis”? Ahora pues, comprométete con mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré 2.000 caballos, si acaso tú puedes proveer quienes cabalguen sobre ellos. ¿Cómo podrás resistir a un oficial de uno de los más insignificantes servidores de mi señor, confiando en Egipto por carros y jinetes? Y ahora, ¿acaso he subido contra esta tierra para destruirla sin que haya intervenido Jehovah? Jehovah me ha dicho: “Sube a esa tierra y destrúyela.”


Como uno de los objetivos de este ministerio, es dar una explicación exegética de los pasajes. Debemos entonces ser honestos a la hora de exponer la verdad. Comenzamos diciendo que hay una diferencia irreconciliable entre los datos suministrados aquí por Isaías y las inscripciones arqueológicas Asirias encontradas. Sabemos que la invasión de Judá por Senaquerib tuvo lugar en el 701 AC. Por consiguiente, esta fecha del año catorce del rey Ezequías no se adapta a la otra fecha de la invasión, pues Ezequías subió al poder hacia el 727 AC. Algunos hacen coincidir esta invasión en el año tercero de Senequerib. Otros creen que hay aquí un error del copista, o que ese año catorce ha de computarse a partir de la enfermedad de Ezequías de que habla el capitulo 38; habría habido en este caso una transposición en los capítulos. Senaquerib (705-681) sucedió a Sargón II, su padre, y fue uno de los más grandes reyes asirios; fue asesinado por sus dos hijos. Invadió Judá en el 701 AC.,y según el relato que nos da el mismo en el prisma hexagonal, llamado de Taylor, se apoderó de 46 ciudades fuertes de Judá y otras más pequeñas, haciendo 200.150 prisioneros varones, lo que ciertamente es una cifra errónea por lo exagerado. Quizá haya que quitar un cero a la misma para hacerla verosímil.

El razonamiento del delegado asirio es, de un lado, brutal y amenazadora, y de otro, ladina, pues se presenta como enviado por el mismo Jehová. Ni siquiera le da a Ezequías el título de rey (v.4).El rey grande es la conocida expresión asiría sharrú-rabü, aplicada en las inscripciones a los monarcas asirios. Ezequías cree poder resistir, pero hasta ahora no cuenta más que con una palabra salida de los labios, denominación despectiva, alusiva quizá a promesas egipcias. Para la guerra hacen falta algo más que “palabras.” Por otra parte, Egipto, en quien confía, es una ayuda muy frágil y traicionera, pues es como caña quebrada, que se rompe a la menor presión y termina por horadar la mano del que en ella se apoya (v.6).Egipto ,pues, cuando llegue el momento crítico, los dejará solos si le conviene, y entonces sólo Judá sufrirá las consecuencias. Es más, Rabsaces argumenta también en el campo religioso: no sólo no tienen ayuda humana segura, pero ni tampoco divina, pues Jehová no puede ayudar, según él, a un rey como Ezequías, que hizo desaparecer los lugares altos, que estaban por todo el país como lugares de culto a Jehová, obligando a sus súbditos a limitar su culto al templo de Jerusalén. Esto, en la mentalidad del asirio, iba contra los intereses del Dios nacional, pues coartaba la libertad a sus adoradores. La argumentación del delegado asirio es lógica en su mentalidad pagana, que veía en la multiplicidad de santuarios una mayor manifestación de fe religiosa y no comprendía la centralización realizada por Ezequías, ni las santas reglas de adoración de la nación de Israel. De nuevo vuelve a considerar la escasez de fuerzas con que cuenta Ezequías para defenderse, y les propone una apuesta humillante para sus interlocutores judíos: les ofrece dos mil caballos si ellos, por su parte, se comprometen a presentar otros tantos jinetes adiestrados. Era decirles que no tenían caballería suficiente para oponerse a la asiría (v.8).Pero es más: Rabsaces quiere pulsar de nuevo la fibra: se presenta nada menos que como enviado por el mismo Jehová, Dios nacional de los judíos. En la mentalidad pagana del invasor, el hecho de que Jehová permitiese sus victorias en territorio de Judá es que aprobaba sus planes invasores para castigar a su pueblo. Ciro se presentará también como enviado por los dioses de Babilonia para conquistar esta ciudad.

¿De que pueden servir, entonces, estos datos históricos? La llave para la interpretación profética es la historia, la historia valida la exactitud de la profecía. Este relato es símbolo de la futura invasión del Anticristo a la nación de Israel. Sirve además para que nos demos cuenta que cuando mas estamos buscando a Dios, es cuando mas confrontamos problemas. Es posible que el pueblo de Dios este marchando por el camino del deber, como en este caso estaban los israelitas, y sin embargo tener aflicciones y problemas. No ha de extrañarnos que cuando estamos obrando rectamente, Dios nos envíe aflicciones para estimularnos, y para que aprendamos a confiar en él, para incitarnos a una mayor espiritualidad. Senaquerid y los enemigos de Israel se esfuerzan por tomar a Jerusalén y llevar cautivo al pueblo judío, y para esto se valen de la intimidación. En especial, tratando de que pierdan la confianza en Dios. Hipócrita y descaradamente dice “Que no hay recursos humanos (Egipto) ni divinos (Jehová) que los pudiera ayudar.

Resumamos todo, pues como dice el dicho: “Los elefantes son grandes pero se comen un bocado a la vez”
  1. Asiria conocía la misión que Dios le había dado, pero confiaba en el poder humano, ahí estaba su error. Y el error de muchas potencias mundiales actuales.
  2. Hay una gran diferencia entre el plan de Dios para una nación, y el plan que tratan los políticos. Si se quiere adelantar como nación, no solo se debe conocer la misión de Dios, sino actuar según el plan de Dios.
  3. Hay una gran diferencia entre un pacto con Dios y un pacto con Egipto o Asiria para tener protección. Los tratado de paz actuales, han fracasado y fracasaran sino se tiene en cuenta a Dios.
  4. Un pagano puede hacer la misión de Dios, esto ha quedado claro en la historia .
  5. Rabsaces se refiere al rey de Asiria como “el gran rey” indicando que no había nada por encima de el. No sabia que Dios estaba por encima de el, gobernando los asuntos de la política.

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