Las marcas del verdadero discipulo. Juan 13:34

ESTA ES LA ULTIMA REFLEXION QUE ESTAMOS ENVIANDOLE, ESTAMOS REDUCIENDO EL NUMERO DE LECTORES ESCRIBANOS PARA MAS DETALLES . magdielgonzalez57@yahoo.com

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El nuevo mandamiento
Juan 13:34

Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.

El texto es claro, si UD no ama a su hermano no es un discípulo de Cristo. Si UD se la pasa hablando del hermano, UD no es un hijo de Dios, a lo menos es lo que dice la epístola de 1 de Juan ¿Para que sirve este nuevo mandamiento? Este nuevo mandamiento sirve para

1. Probar nuestro amor a Dios ( Como un termómetro). Mostramos que él es el señor de nuestro corazón, cuando amamos a alguien a pesar de sus defectos, es porque de veras Dios reina en nuestros corazones, que amamos a nuestros enemigos. DE OTRA FORMA NO LO HARIAMOS. 1. Juan 4:7,8. Si nosotros descubrimos que nuestro corazón no tiene amor por un hermano. Entonces nos damos cuenta que no hay amor a Dios en nuestros corazones. Nos damos cuenta que no hemos entendido lo que es el amor de Dios.
2. Conduce al ejercicio de amar a Dios. Dios es invisible para nosotros, pero nos ha dado un objeto visible para amar, en nuestro hermano, así que nosotros podemos probar a través del amor al hermano, lo que el amor de Dios significa. 1 Juan 4:20. Al amar al hermano, con sus diferencias, avanzamos en el amor divino 1 Juan 4:12. Esto parece una perversión del orden de la salvación, según el cual, el amor de Dios debe preceder al amor de los hermanos. Sin embargo no es así, solo es una forma de educar. Las personas que solo son religiosas en el sentido natural, solo reconocen las fuerza del mandamiento, “Amaras a tu prójimo”. Entonces cuando intentan amar genuinamente se dan cuenta lo imposible que es guardar este mandamiento. Se dan cuenta entonces que solo se puede amar a Dios y a los demás, a través de su gracia, que nos hace perfectos. Si un hijo de Dios quiere ser perfecto en amor divino, déjelo probar si las promesas de Dios son reales o no. ‘El que guarda mis mandamientos esta en mi amor”
3. Este mandamiento es dado para nuestra bendición temporal y eternal. Este no es un mandamiento con una promesa de bendición solamente, sino que también es un regalo de alta bendición _Amar y ser amado, es amada comunión con Dios y amada comunión en Dios. Cuando nosotros aprendemos a amar a nuestros hermanos, nosotros encontramos nuestra felicidad y prosperidad en la felicidad y prosperidad de los hermanos. En amar a los demás se crucifica el ego, entonces toda nuestra sabiduría y poder, que fueron concentradas en nuestro egoísmo, son dedicadas a la comunión y a la crucifixión de ego. Debemos amar a los demás como el nos amo ¿Como el nos amo? Dejo su gloria para salvarnos. Por eso debemos procurar la salvación de otros. Todo el amor que tengamos por nuestros hermanos, se resume en esto, No hacerles malas acciones a ellos, buscar su bienestar Se muestra en actos de generosidad y no serles tropiezos.
   i. En su vida
   ii. En su otro yo
   iii. En sus posesiones
   iv. En su reputación
   v. En lo profundo de nuestro ser.
   

Y este mandato de Cristo es “nuevo,” porque no es el amor al simple y exclusivo prójimo judío, cómo era el amor en Israel (cf. Lev 19:18), sino que es amor universal y basado en Dios: amor a los hombres “como Yo (Cristo)os he amado.” Y será al mismo tiempo una señal para que todos conozcan que “sois mis discípulos.” ¡Los discípulos del Hijo de Dios! Pues, siendo tan arraigado el egoísmo humano, la caridad al prójimo hace ver que viene del cielo: que es don de Cristo. Y así la caridad cobra, en este intento de Cristo, un valor apologético. Tal sucedía entre los primeros cristianos jerosolimitanos, que “tenían un solo corazón y una sola alma” (hechos 4:32). Tertuliano refiere que los paganos, maravillados ante esta caridad, decían:“¡Ved cómo se aman entre sí y cómo están dispuestos a morir unos por otros!” Y minucia Félix dice en su Octavius, reflejando este ambiente que la caridad causaba en los gentiles:“Se aman aun antes de conocerse ”