VISIONES Y EXTASIS
En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto. DANIEL 7:1
Las doctrinas pentecostales se basan en verdades fundamentales, que nosotros tenemos como bíblicas. Después de un estudio serio de la palabra de Dios, creemos, en la vigencia de los Dones, en que hay sanidad divina en la expiación. Una de estas verdades principales sobre las que se funda el pentecostalismo, sino la principal, es que nosotros “creemos que Dios todavía se revela”. Dios se comunica con sus hijos, por medio de los Dones, Ministerios etc. Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, pero también creemos que Dios les habla a sus hijos.
El asunto es ¿Cuales son los medios que Dios utiliza para revelarse a sus hijos? La Biblia, sin lugar a dudas es el primero o principal. Pero también Dios se comunica por medio de sueños, visiones, dones. Aceptamos como medios de revelación, todos los que están certificados en la palabra de Dios. Si no está aprobado en la Biblia, no lo aceptamos. Por ejemplo: Adivinación en cualquiera de sus vertientes, mediunidad, falsas apariciones de santos y de vírgenes. Etc.
En un espacio tan pequeño como este, no podemos enlistar todos los medios que Dios puede utilizar para comunicarse con nosotros, mucho menos explicarlos. Hoy queremos definir y hablar sobre las visiones y éxtasis.
Las visiones, según la enciclopedia del texto masorético, están asociadas con los sueños (Gen 42:6 Dan 1:17) y eran el vehículo para la revelación divina. En los profetas, la palabra visión, se usa con el significado de “el discernimiento de una verdad revelada “. La visión bíblica no es un mero transe vacio, sino que va acompañada de la palabra que anuncia la voluntad de Dios. Si esta palabra revelada en la visión no se ajusta con la doctrina Bíblica, es una visión falsa. No hay por qué recibirla. Los sueños pueden ser físicos, esto es, producidos por la actividad mental debido a la ansiedad. Pueden ser sueños que llamaríamos alegóricos- espirituales, pues son dados por Dios. Están los sueños que son psíquicos, es decir, son el desahogo de experiencias pasadas, almacenadas en nuestro cerebro. La forma de discernir si un sueno es de Dios, es, primeramente, si su contenido se ajusta al mensaje de la palabra de Dios, y por el ambiente demoniaco o de regocijo que experimentamos al momento de recibirlo. Los sueños satánicos, generalmente nos oprimen.
Es muy difícil, si no imposible, determinar la línea divisoria entre una visión, un sueno y un trance. Pero el vocabulario bíblico para “visión” establece la diferencia. El hebreo hazon proviene de una raíz usada para describir la experiencia del vidente que tiene una visión encontrándose en estado extático (Isaias 1.1; Ezequiel. 12.27); mientras que la palabra mara, de la raíz común para “ver”, significa visión como medio de revelación (Nm. 12.6; 1 S. 3.15). El NT usa dos palabras en esta conexión: horama (Hch. 9.10, 12; 10.3, 17, 19) y optasia (Lc. 1.22; Hch. 26.19; 2 Co. 12.1). Lo que queremos decir es que estas revelaciones de Dios pueden realizarse por la vía sensible, es decir, porque los ojos de la persona actualmente vean un objeto que está fuera de ella. Moisés vio una zarza ardiendo (Éx. 3:3). O por éxtasis, en la mayoría de los casos se produce el trance extático, en el cual el entendimiento de la persona “ve” uno o varios objetos, o acontecimientos, u otras personas. Un éxtasis es un estado mental en el cual los sentidos de la persona quedan parcial o totalmente suspendidos, la persona se abstrae de su medio ambiente y contempla algo extraordinario.
El éxtasis (Griego=Salida) es un estado psíquico que la Biblia lo atribule a causas sobrenaturales, demonios o revelación divina. Entre los griegos helenistas era costumbre producir en las personas el éxtasis, mediante la embriaguez o las drogas. El éxtasis producido no tiene apoyo bíblico, todo lo que Dios hace, lo hace a través de nuestra conciencia. Y cuando hay una persona que entra en un éxtasis producido por la presencia de Dios, es porque va a tener una revelación de la voluntad de Dios, y esta revelación tiene que ajustarse al mensaje bíblico. No creemos en las interpretaciones cabalísticas. Los sueños eran uno de los medios de Dios revelarse a sus siervos, antes de la llegada y derramamiento del Espíritu Santo. En esta dispensación, aunque Dios puede utilizar los sueños, su interpretación debe estar respaldada por la palabra de Dios. No aceptamos la parasicología en ninguna de sus manifestaciones, no creemos que nuestra mente es parte de una mente universal, eso es oscurantismo.
1 comentario:
Gracias por el tema ha sido de ayuda
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